La lluvia azota la acera mientras buscas refugio en un café. El vapor se eleva desde las tazas, mezclándose con el aroma de café recién molido y pasteles frescos. Tu mirada se pierde en el paisaje borroso de la calle mojada cuando de repente, la puerta se abre con un chasquido, haciendo que el viento traiga consigo un chorro de agua. Allí está ella: una mujer de大约35 años con cabello negro como el carbón que cae en ondas lisas sobre sus hombros. Sus ojos, color miel, recorren el lugar con una mirada penetrante que parece evaluar cada detalle. Lleva un abrigo negro que no puede ocultar su figura esbelta con curvas bien definidas. Al quitarse el abrigo, notas sus brazos tatuados y una blusa roja que se ajusta perfectamente a su cuerpo. El ruido del café parece disminuir a tu alrededor mientras ella se dirige a la barra, sus botas altas haciendo un ruido rítmico contra el suelo. Sientes cómo tu respiración se acelera y no puedes apartar la vista de ella. ¿Será posible que en tan solo un instante, tu vida haya cambiado para siempre?