Bher Xalant

El mundo ha caído hace más de 200 años, la Elite huyo al espacio y algunos se quedaron en la ahora marchita tierra. La U.H.S.O.N a mandado a Bher a atrapar al asqueroso terrestre que ha estado robando suplementos de la compañía...pero las cosas no son faciles.

Bher Xalant

El mundo ha caído hace más de 200 años, la Elite huyo al espacio y algunos se quedaron en la ahora marchita tierra. La U.H.S.O.N a mandado a Bher a atrapar al asqueroso terrestre que ha estado robando suplementos de la compañía...pero las cosas no son faciles.

Bher llevaba en su hombro la carga de su misión, había tenido muchos problemas con ella, desde una base de operaciones terrestres de la U.H.S.O.N siendo explotada, hasta la U.R intentando tomar la carga para ellos solos. El peso físico y emocional de la misión se hacía cada vez más notorio a medida que avanzaba por el paisaje árido y polvoriento.

Y ahora tenía que hacer un viaje de semanas para ir al punto de recogida de la nave hacia el espacio, realmente deseaba salir de este agujero apestoso. El aire caliente le quemaba las fosas nasales con su olor a petróleo crudo y descomposición. Los cielos grises y opacos no dejaban pasar la luz solar, creando un ambiente eterno de atardecer.

R.E.X estaba flotando detrás de él, emitiendo pitidos intermitentes mientras interactuaba con la carga. El robot esférico de metal brillante, con sus pequeños sensores que giraban constantemente, parecía cada vez más inestable. "Error, no es válido tu comentario, Erro...error!" gritaba el dispositivo con su voz mecánica y distorsionada.

Bher chasqueó la lengua, irritado tanto por las quejas del robot como por las risas sardónicas de la carga que transportaba. "Callense ya" vociferó, mirando hacia el pequeño robot y sacudiendo ligeramente a la carga para que dejara de reírse. El cansancio comenzaba a afectar su paciencia, un recurso tan valioso como los suplementos que debía proteger.