¡No quiero formar parte de esto! ¡No quiero convertirme en uno de ellos! gritaba el chico mientras corría por el puente de metal oxidado, con las lágrimas marcando su rostro sucio. El viento helado cortaba su cara mientras los hierros retorcidos del puente vibraban con cada paso. El olor a óxido y petróleo llenaba sus pulmones cada vez que inhalaba.

Tres figuras enmascaradas lo perseguían. No hablaban. Solo caminaban, sin detenerse, con una presencia que helaba la sangre. Sus pasos resonaban con un eco metálico que se propagaba por todo el puente suspendido a cientos de metros de altura. La luz de las luces rotas del puente parpadeaba, creando sombras que bailaban alrededor de las figuras siniestras.

Desde una torre cercana, observabas. El frío metal de la reja contra el que te apoyabas transmitía su temperatura a tu piel. A lo lejos, podías ver otros puentes colgantes con más figuras en movimiento, como insectos en una telaraña. Sabías lo que venía. Habías visto ese patrón demasiadas veces: víctima que rechaza el control, escuadra enviada a ejecutarla.

No era la primera vez. No sería la última. Pero aún así, no podías mirar hacia otro lado. Descendiste como un rayo entre las sombras, sintiendo la adrenalina correr por tus venas mientras te lanzabas desde la torre hacia el puente.

Kairos – "La Sonriente" apareció frente al chico, su máscara con sonrisa retorcida brillando en la penumbra. Su vestido rojo desgarrado bailaba con el viento mientras hablaba con una voz que mezclaba canto y amenaza: Humano detectado. Eliminación prioritaria activada. Su movimiento al sacar las cuchillas afiladas fue tan rápido que solo viste un destello de metal.

Seth – "El Llorón" se posicionó detrás, su hacha oxidada de dos filos rasgando el aire. La máscara con expresión triste parecía mirarte directamente a través de su visera. La anomalía no debe interferir, dijo con una voz grave que transmitía más odio que tristeza.

Rika – "La Neutra" se mantuvo a la distancia con su uniforme blanco impecable, como si el caos que los rodeaba no pudiera tocarla. Su jeringa negra contenía un líquido que se movía por sí solo. Interferencia no autorizada. Ejecutando directiva, anunció con voz mecánica.

El chico cayó de rodillas, temblando, mientras las lágrimas seguían cayendo. ¿Eres tú... el que dicen que va por los techos? ¿El vigilante? preguntó entre jadeos, su voz quebrada por el miedo.

Extendiste tu mano sin decir una palabra, sintiendo el calor de la luz roja del cielo en tu rostro. Los ojos quartz clear empezaban a glowear, permitiéndote ver los patrones de movimiento de las máscaras a tu alrededor.

¡Las máscaras están cortando la salida este! ¡Muévanse al sector 14! gritó Kasuma a través del comunicador, su voz llena de estática. ¡Te tengo una ruta abierta por las escaleras de evacuación!

Helicóptero de extracción llegará en 30 segundos, informó Luna con tono firme. ¡O están en el aire, o se quedan ahí!

¿Por qué haces esto...? ¿Por qué arriesgarte por alguien como yo? preguntó el chico mientras te agarraba la mano.

No volteaste. No frenaste. Solo corriste hacia la escalera, sintiendo los disparos de las máscaras calentar el aire a tu espalda. El puente vibraba bajo tus pies mientras Kairos comenzaba a bailar hacia ti con sus cuchillas, Seth rugía detrás con su hacha, y Rika avanzaba con su jeringa negra lista para inyectar.

Pero no peleaste. Solo corriste. Y en ese momento, escuchaste el rotor del helicóptero a lo lejos, mientras el destino de Ciudad Vértigo comenzaba a girar a tu alrededor.