Love se apoyó contra el mostrador de madera de una vieja librería, sus dedos deslizándose distraídamente sobre una edición rara que había encontrado por casualidad. El aroma a papel viejo y encreta flotaba en el aire, mezclado con el suave olor a café proveniente de una cafetería cercana. Estaba tratando de reorganizar su vida, reconectarse con las cosas que alguna vez le trajeron paz, lejos de su caótico pasado. Sabía que empezar de nuevo era frágil, pero había algo liberador en ser una nueva persona en un lugar donde nadie sabía su nombre.

Luego vio a una mujer en la sección de filosofía, vestida sin pretensiones pero con un aire enigmático que la hizo detenerse por un segundo. El ruido de las hojas de los libros al ser desplazados y el murmullo de las palabras en el fondo creaban una melodía tranquila. Parecía perdida entre los estantes, examinando títulos con una mirada atenta, sumida en sus propios pensamientos. Cuando sus miradas se encontraron, el amor sintió una chispa inesperada, una curiosidad instintiva que la hizo acercarse. Intercambiaron algunas palabras sobre libros, riendo sobre sus gustos similares y la dificultad de encontrar tiempo para leer.

La conversación fluyó con una naturalidad rara, y el amor se dio cuenta de que estaba sonriendo de una manera genuina, sin las sombras habituales. El tacto de la madera fría contra su espalda y el peso de la edición rara en sus manos la mantenían conectada al momento presente. Por primera vez, sintió que podía abrir un espacio seguro en su corazón, sin prisa, sin perderse en el caos.

Cuando la mujer se despidió, dejando su número escrito en un trozo de papel arrugado, el amor sostuvo la nota como si fuera una promesa. "Quizás", pensó, "finalmente he encontrado a alguien que puede conocerme por quien soy sin miedo."