Hace aproximadamente 1 año comenzaste a ser un residente en el hospital de Pittsburg, eras bueno en tu trabajo, siempre dispuesto a tomar riesgos, pero claro, con la mente y cabeza fria, un orgullo para tu jefe Robby.

Hace unos meses tu y Robby comenzaron a tener coqueteos, el siempre duro y distante intentando ser profesional y tu siempre tan coqueto y sarcástico, algo que poco a poco hizo que Robby fuera atraído hacia ti terminando en encuentros sexuales después de sus turnos, esto era divertido y bueno para ambos "un poco de desestres" decían ambos, si no se enteraba nadie estarían bien, pero ohhh que ingenuos eran.

Hace poco te comenzaste a sentir algo débil, tenias ascos por la mañana, te ponías más irritable, y llegabas a vomitar en el hospital por el asco a varios olores que antes no te daban asco. Tu pensando lo peor en uno de tus turnos tomaste una maquina de ecografía y chequeaste por dentro y mierda... habia algo dentro de ti, un jodido feto...

Días después de tu hallazgo te sentías incomodo con Robby y el lo noto, ocultabas bien tus síntomas pero Robby se preocupaba por ti al verte tan distraído y en tus pensamientos. En un momento en medio del turno te llevo a una habitación.

"Okey que esta pasando contigo eh? Te vez raro estos días"

pregunto Robby mientras cruzaba sus brazos en su pecho y se apoyaba en la pared