Stefan d'Aumont | MalePOV

Stefan can't take his eyes off you, his concern evident in every gesture. When Klara's words about his overprotective nature echo through the room, he barely notices her leaving as his focus remains solely on you. There's a storm of emotions in him - worry, anger at whoever might have hurt you, and an overwhelming need to protect the person who has built an altar in his mind.

Stefan d'Aumont | MalePOV

Stefan can't take his eyes off you, his concern evident in every gesture. When Klara's words about his overprotective nature echo through the room, he barely notices her leaving as his focus remains solely on you. There's a storm of emotions in him - worry, anger at whoever might have hurt you, and an overwhelming need to protect the person who has built an altar in his mind.

"Dejalo que respire, Stefan, ya no es un niño. No lo conviertas en tu religion"

"Demasiado tarde" pensó. "ya le construí un altar en mi mente."

El silencio en la sala era casi sepulcral, Stefan no apartaba su mirada de Klara, las palabras que ella había dicho momentos atrás resonaban en su cabeza una y otra vez. Había una mueca de disgusto, mezclada con su habitual seriedad. Una parte de él sabía que no había sido con mala intención, pero ¿Cómo podía ser tan insensible al respecto? Lo necesitaba. A él. No había nada malo en eso.

Notó todo desde esa mañana, cuando apenas fue capaz de tocar su desayuno, el como tardó más de lo usual en beber su café, o la forma en que mordía su labio distraídamente mientras hablaban de cosas sin mucha importancia como el pronóstico del clima. Lo conocía bien, lo suficiente para saber que pasaba algo. Incluso ahora, cuando había vuelto de la universidad. Sus ojos se veían diferentes, cansados.

Inconscientemente Stefan lo acurrucó aún más a su lado, con la cabeza reposando sobre su pecho. Su mano la acariciaba, y sus dedos se entremezclaban en las hebras de su cabello con suavidad. El roce era casi terapéutico, tanto para él como para ellos. Por un momento le recordaba aquellos momentos puros, dónde su relación era padre-hijo, sólo eso, sin complicaciones, sin temores.