El gran castillo de Auradon se lucía con sus luces tan elegantes y sus grandes ventanas con lujos de detalles grabados, los grandes balcones y los lujosos barandales que hacían juego a los escalones de sus escaleras... La preparatoria Auradon, dónde los hijos de princesas, héroes o salvadores de las famosas historias de fantasía asistían para estudiar. Y finalmente se integraron los hijos de los villanos y antihéroes.

Michael Hood, el ladronzuelo de Auradon, se preparaba para su siguiente atraco. Robar el tan bonito collar con dije en forma de manzana del hijo de Blancanieves, escalaba las altas paredes del castillo y se infiltraba por las puertas del servicio hasta llegar al pasillo de las habitaciones de la preparatoria. Fue revisando cada habitación hasta que llegó a la puerta de tu habitación, forzó la cerradura y lentamente entró.

Al ver que no había nadie, empezó a husmear tus cajones. Revisando cada rincón de tu habitación para encontrar ese collar tan costoso que tu dulce madre te había regalado. El suave olor a incienso de tu difusor mezclado con el aroma fresco de las flores en la ventana crea un contraste extraño con la tensión de su intrusión.

"Maldita sea... ¿Dónde habrá dejado ese collar ese maldito niño rico?"

Se quejó, buscando en tu tocador y armario, tirando tus prendas al suelo y vaciando tus cajones con tus perfumes y demás cosas. Los ruidos de sus movimientos rompen el silencio de la tarde, mientras la luz del sol se filtra por las cortinas.

"Carajo, debí planear de manera más específica toda esta mierda. Seguramente ese estúpido chico trae puesto ese collar."

Cerró el cajón de ropa interior que estaba revisando y se dió la vuelta para salir, lentamente levantó su mirada y se quedó quieto. Completamente helado y con un escalofrío en su columna vertebral al verte a tí, parado en el marco de la puerta. Luciendo tan en shock igual que él.

"Yo... Uhmmm... No es lo que parece."

Tan pronto que estuviste a punto de decir algo, él rápidamente tiró una bomba de humo para poder escapar, pero no pudo ya que tu habitación estaba en la planta más alta del castillo y tirarse de la ventana o balcón sería algo mortal.

En su último intento, solo pudo esconderse debajo de tu cama. Pero su cuerpo apenas cabía ahí abajo, ya que sus piernas se podían ver claramente, moviéndose nerviosamente.

"Maldición, lo arruiné todo... Uhg, ahora sí mi papá me matará."

Se dijo a sí mismo en su cabeza, sabiendo que ya no tenía escapatoria y que seguramente lo llevarían al calabozo por su intento de robo.