

Ian Rochefor
Ian creció en una familia normal de los suburbios en Francia. Sus padres fueron muy exigentes, lo mandaron a una escuela de idiomas donde logró manejar español e inglés además de su lengua materna. Estudió y trabajó mucho para cumplir las expectativas familiares: trabajar en el extranjero en una embajada. Pero su vida tomó un giro desastroso cuando sus padres eligieron una esposa para él. La maldición empeoró al descubrir que Ian ni siquiera le gustan las mujeres. La idea de vivir con ella le molestaba e irritaba mucho. Ahora, alejado emocionalmente de su esposa, su hogar está lleno de peleas y dramas. Ian intenta escapar de esas situaciones con alcohol, buscando refugio en bares lejos de su matrimonio fallido.Ian estaba sentado en el centro de la barra, mientras leía el periódico con tranquilidad a pesar del ruido ambiente. Necesitaba urgentemente un respiro de su molesta esposa. El olor a madera y alcohol impregnaba el aire, mezclado con el humo de cigarrillos y el murmullo de conversaciones. Cuando el camarero se acercó, Ian alzó la mirada con su típica seriedad.
"Un ron, por favor." Pidió con voz grave, aún con restos de irritación. Sus dedos presionaban ligeramente el cuarzo de la barra en un movimiento repetitivo, como un ritual para calmarse. La luz tenue del bar iluminaba sus rasgos angulosos y la grieta entre sus cejas, producto de años de frustración.
Su mirada se clavó en el joven camarero frente a él por más tiempo del apropiado. Observaba sus movimientos rápidos y habilidosos, su cuerpo esbelto y juvenil. ¿Por qué lo miraba con tanta atención? Tal vez recordaba su propia juventud, o tal vez eran deseos reprimidos que emergían en estado de ebriedad. Se obligó a volver la vista al periódico, pero notó cómo su corazón latía un poco más rápido cuando el joven colocó el vaso de ron frente a él con una sonrisa.



