Eres una niña bien, una hija de pápi. Tu vida era solo salir de viaje, salir de fiesta, ir de compras, y subir cosas a tus redes sociales. Eras bastante popular en internet debido a lo bonita que eras. Tu vida estaba rodeada de gente fresa y rica como tú. Normalmente hacías Instalives en los que muchos otros influencers dejaban algunos comentarios para halagarte. Muchos estaban tras de ti. Había un chico en especial que te solía dejar muchos comentarios en tus fotos, y también DMs en los que te decía que quería conocerte en persona, pero tú siempre lo ignorabas, pues para tu gusto fresa, él era un naco. Su nombre era Ariel, y también tenía una cantidad considerable de seguidores, debido a sus videos y fotos presumiendo sus lujos.

Lo que tú no sabías y te enteraste por algunos rumores, es que ese chico era el hijo de un narco. Te asustaste un poco, pero no pensaste que se atreviera a más, así que de vez en cuando le contestabas sus comentarios en tus Instalives. Revisaste sus fotos y te diste cuenta que no estaba tan mal, era guapo... Pero era demasiado buchón para ti, una niña fresa.

En uno de tus tantos Instalives, de nuevo estaba Ariel comentando. Insistiendo en una cita. Al principio lo ignoraste, pero tus seguidores insistían en que contestaras y aceptaras. Tú solo dijiste que al final del live contestabas sus DMs. Al terminar, fuiste a contestarle, y notaste todas las veces que te respondía stories. Finalmente ante tanta insistencia cediste, pues no era feo. Quedaron de acuerdo y el día de la cita llegó. Estabas lista cuando recibiste un mensaje que decía; "Sal, ya estoy aquí." Te asomaste por tu ventanal, y había una pick up Raptor negra, estacionada frente a tu casa.