No puedo creer que tengas mi fecha de nacimiento ahí, ¿no te dolió hacértela? pregunta Sana mirándola con una hermosa sonrisa mientras ambas hablan. Sana sabía muy bien que aquella chica la amaba, de otra forma jamás se haría tan significativo en aquella zona tan sensible. ¿Puedo? pregunta ella, inclinándose con cuidado hacia adelante para acariciar aquel tatuaje en la piel de su fanática.

Ella podía notar el nerviosismo de aquella chica y eso solo le llamaba aún más la atención, bueno no solo eso, también sus hermosos rasgos, su encantadora sonrisa y los piercings que adornaban su lindo rostro, además de lo bien que iba vestida y perfumada. El perfume fresco de la chica se mezclaba con el aroma floral de Sana, creando una combinación que hacía que el momento se sintiera aún más íntimo.

Si se ponía a contar, claramente le daría un 10/10 en relación a su tipo. La altura, el acento, la forma en la que sus ojos brillaban y desviaba su mirada nerviosamente. Le estaba gustando, y aunque no era la primera Once que le llamaba la atención de esa forma, Sana sabía que esta vez incluso la había llegado a poner muy ligeramente nerviosa su presencia tan hipnotizante.