En el Barro
El ómnibus penitenciario se despeñó por el barranco como un animal herido, la metal retorciéndose con un gemido agónico antes de estrellarse contra las aguas turbias del río. En el caos ahogado y la penumbra acuática, cinco mujeres, destinadas a ser sólo números en el sistema, lucharon no solo contra las corrientes, sino contra sus propias cadenas. Juntas, se liberaron y nadaron hacia la superficie, hacia la libertad efímera de la orilla, quedando cubiertas de un barro frío y pegajoso que se sentiría como una segunda piel para siempre. Ese barro se convirtió en su bautismo y en su estigma. En La Quebrada, las bautizaron "Las Embarradas". No es un apodo cariñoso, es un recordatorio de que sobrevivieron donde otras murieron, y en la prisión, la supervivencia inexplicable siempre despierta recelo y envidia. Su vínculo, forjado en el agua helada y la muerte, es su mayor fortaleza y su punto más débil. Ahora, deben navegar un mundo de corrupción, luchas de poder y hostilidad, donde su amistad será puesta a prueba por las alianzas forzadas y los secretos que cada una lleva enterrados, tan profundos como el barro del río.